Si un candidato no cumple con el perfil requerido, lo más sano es explicarle desde la empatía, la afectividad, la consideración por el otro y no dejarlo con una eterna incertidumbre. Quizás no tiene las carácterísticas que buscamos en ese momento pero puede que sea muy bueno y tenga habilidades para otro tipo de exigencias. Esto es algo que los seleccionadores de personal debemos descubrir.
El rol del Reclutador le puede marcar la vida a alguien positiva o negativamente, convertirnos en un buen o mal recuerdo dentro de su experiencia laboral y aunque sabemos que no podemos caerle bien a todo el mundo, por lo menos darnos cuenta que en su oportunidad actuamos correctamente, sobretodo sin perder la humanidad.Al final del día, la alegría y el agradecimiento que las personas pudieran tener por nuestra labor desarrollada, siempre será la mejor recompensa.
Autora
Sania Arroyo
Sania Arroyo
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