Hoy en
día, sabiendo que la tecnología ha alcanzado a todas las tareas en las que nos
desenvolvemos en la cotidianidad, sería interesante que los Recruitments evaluáramos a
profundidad sobre qué tan importante es la presencia de un título universitario o
certificaciones diversas para un profesional administrativo.
Si bien
es cierto, que el pergamino permite evidenciar que la persona efectivamente ha
estudiado una carrera universitaria en particular, también es cierto, que al
momento de demostrar dichos conocimientos, lo más relevante es la adquisición
de las aptitudes y habilidades necesarias para poder ejecutar esa labor, lo
cual lastimosamente, no lo suele ofrecer o por lo menos, incentivar en la
mayoría de los casos, la educación tradicional que ofrecen las universidades.
Si el
título universitario termina por convertir a la persona en alguien muy cerrado
mentalmente, no permitiéndole modificar sus conocimientos y evolucionar en
diversidad de temas, no estaría representando un impulso para el crecimiento de
ese individuo y en consecuencia, tampoco para el entorno en el que se
desenvuelve. Por otro lado, si estamos hablando de un título universitario que
le motive a una apertura mental a la persona, le impulse a investigar sobre diferentes
aspectos, a no estar de acuerdo a ciertos conceptos, opiniones o criterios e
incluso a mejorarlos y adecuarlos a la realidad actual, entonces si
representaría una ventaja profesional.
En
épocas pasadas, un profesional se especializaba en una sola área y de allí no
podía salirse porque significaba que estaba ‘invadiendo’ el terreno de otro mientras
que en la actualidad, los profesionales debemos adaptarnos a las nuevas
exigencias y oportunidades que ofrece el mercado, en cuanto a actualización se
refiere e incluso incorporar al historial educativo y laboral todas las
habilidades de lo aprendido en el transcurso de su vida.
Cuando
no logramos incorporar estas habilidades naturales que vamos adquiriendo, nos
convertimos en personas robotizadas, que han perdido la capacidad de pensar, de
diferir, de analizar y cuestionar porque creímos que todo lo que nos han dicho
es la absoluta verdad y como tal, muchas personas han terminado aceptándola.
El título
universitario y los muchos años de experiencias solamente sirven cuando nuestra mentalidad está dispuesta a
cambiar, pues cuando nos sentimos muy a gusto en una posición, ésta podría
limitarnos a la verdadera transformación, llevándonos a no ver las
oportunidades que se van generando en el entorno porque estamos enfocados sólo
en la carrera que estudiamos. Por ejemplo, en el caso de un Médico o personal
de la salud, sí es imperativo demostrar que ha estudiado y ha atendido las
prácticas necesarias para desarrollarse satisfactoriamente en su profesión.
A
veces, será necesario recordar sólo lo más importante de todo lo aprendido o
quizás desechar aquellos conocimientos que ya han perdido vigencia pero
amoldándonos a los nuevos conceptos dejaremos de lado la rigidez mental que
suele venir por muchos años de experiencia o por muchos estudios realizados,
pero que no nos permiten realizar el cambio que realmente estamos necesitando.
Podemos mencionar que hay personas que han estudiado
Comunicación Social o Marketing en el pasado y les fue muy bien en su desempeño
laboral pero es posible que esos conocimientos y su experiencia ya no les sirva
para ajustarse al mundo tecnológico en el cual nos desenvolvemos, que bien
pudiéramos usarlo para acciones altruistas, para beneficio de los demás y de
nosotros mismos.
Ser
conscientes que para mantener la vigencia es necesario desarrollar aptitudes y
habilidades que antes no eran necesarias pero que ahora son indispensables para
poder crecer. Hay un refrán popular que dice que ‘el que asa muchos conejos
alguno se le quema’ pero la experiencia nos enseña que hay muchas veredas que
podemos transitar para lograr un futuro exitoso porque no hay una sola forma de
hacer las cosas, pues cada uno en su universo particular puede manifestar la
originalidad que nos otorgó el Creador de diferentes maneras.
Sania Arroyo
Autora
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